Respuesta para otra respuesta

En referencia al texto "¿QUIÉN INVENTÓ LA REPRODUCCIÓN ASISTIDA?", editado en este mismo blog, María Mariquiya nos dice por facebook:

-La diferencia que hay es que por aquel entonces se hubiese hecho sin consentimiento y en la actualidad la persona que se lo realiza lo hace porque quiere. Gran avance.

Respuesta de Rodri:

No me consta que bajo el III Reich el proyecto para someter a las mujeres a prácticas veterinarias de inseminación fuera obligatorio. Obligatorio, ¿para quién? No, no lo era, se dirigía a las mujeres que habiendo quedado viudas por la guerra quisieran tener descendencia. Éstas no estaban por la labor y preferían acudir a "auxiliares de reproducción" . a varones especializados en ello, en fornicar, que ir a las infernales clínicas... Con aquellos tenian encuentros sexuales y así mandaron a hacer gárgaras al proyecto nazi...

Ahora, hoy, ¿se hace porque se "quiere"?, ¿Sí? Más bien es porque una campaña mercantil colosal ha lanzado a las clínicas aberrantes al estrellato. Es mera manipulación comercial, política e ideológica: Tengo que explicar a esta respetada amiga que la voluntad de las personas al escoger algo es libre solamente si previamente todas las opiniones e ideas al respecto se han podido exponer en igualdad aproximada de oportunidades para llegar a todas las personas. Y que una toma de decisión es libre solamente sí es informada. Pero, ¿qué información objetiva e imparcial existe hoy cuando el cien por cien de lo que se dice sobre este vil negocio a costa del porvenir de la humanidad está a favor de las clínicas y el cero por ciento está en su contra?

Nosotros, como blog Casa La Miga, queremos que, por ejemplo, se nos invite a un programa de televisión para exponer nuestras ideas contrarias a las clínicas, en el que estarían también defensores de dichas clínicas. Y ahí, en la confrontación entre opiniones contrapuestas, quedaría más claro el problema y las mujeres angustiadas porque no logran quedarse en estado podrían escoger con libertad. No nos dan ningún miedo los charlatanes de las clínicas, pero ellos nos tienen pánico a nosotros y nunca admitirán un debate honrado y equilibrado con nosotros, porque todo lo que dicen es publicidad comercial, no verdad.

Pero hoy no hay libertad sino adoctrinamiento. Manipulación. Inculcación. Ausencia de libertad de conciencia. Burla de las prerrogativas más elementales de la persona, que para tomar una decisión ha de tener ante sí a las opiniones a favor y en contra en igualdad suficiente, para que escuchando a unas y a otras se forme una opinión fundamentada y pueda escoger. Pero, ¿que igualdad de oportunidades comunicativas puede haber entre nosotros, con nuestro muy modesto blog, y las filibusteros de las clínicas, un negocio sucio-capitalista de 60.000 millones de euros anuales?

Quienes, porque se creen muy modernas y liberadas, acuden a esos tugurios, carecen de suficiente coraje para hacer lo que siempre se ha hecho, tomar, con autorización de la pareja, a un varón que las fertilice en un coito natural, o en varios, alguien con habilidad y sapiencia ancestral, que sepa ir al meollo del asunto, a saber, que las mujeres ovulan y son fértiles cuando su excitación sexual reptiliana (o sea, la más primitiva en el cerebro del ser humano) supera un determinado nivel. Porque la infertilidad es por poli-frigidez, ni más ni menos. Y esto lo saben perfectamente los bellacos de las clínicas, pero no lo cuentan porque, en ese caso, ¿en qué quedaría su miserable negociete? O sea, que ahora hay una mojigatería tan atroz, que ya no acudimos a los remedios como el que aparece en la pintura neolítica de Cogull (Lleida), de hace 7.000 años, ni como el que está contenido en el mito romano del dios Priapo, el anciano sabio y fornicador, encargado de dejar preñadas a las féminas que no lo lograban con su pareja...

Estamos apañados con esta modernidad basura. Hecha de carcas, beatas, reprimidas y cavernícolas, que creen que todo se resuelve con tecnología y dinero. Pero hay que saber que la mayoría de las féminas que, bobamente, acuden a las clínicas, tras varias sesiones horrendas, mucho dinero pagado y muy malos ratos padecidos, no logran embarazarse, dato que, este también, ocultan dichas clínicas. Porque una vez que la líbido de una mujer ha bajado de un punto determinado, deja de ovular, y ahí ya no hay nada que hacer con la inseminación. En tal caso, cada día más frecuente, se necesita acudir a la compra de óvulos de otras mujeres, algo asqueroso y moralmente intolerable, pues el ser humano es sagrado y ni él como un todo ni sus componentes uno a uno, puede ser comercializados, pues si se hace estamos regresando a una sociedad esclavista. La fecundación en vitro es lo más intolerable, lo más sucio, lo más inmoral, una práctica por la cual las clínicas se merecen todo tipo de actos en su contra.

Pero, tranquilas, pronto, en unos pocos años, debido a la represión feroz del sexo heterosexual que padecemos, a cargo de las instituciones "democráticas"  del Estado español, sobre todo, a cargo del Ministerio de igualdad, ya habrá tan pocas mujeres que logren ovular que no será posible ni siquiera esa abycción de la fertilización in vitro. Entonces habremos llegado, así de fácil, al final de la especie humana.

La solución es una revolución erótica, amorosa y sexual, que eleve hasta lo alto de los cielos la líbido femenina y haga fértiles a las mujeres. Así de fácil y... así de difícil. Hoy no existe libertad para efectuar tal revolución por la vía legal, así que se impone pasar a operar en la penumbra de una clandestinidad suave pero efectiva... Desde ahí vamos a salvar a la humanidad. Ayúdanos a lograrlo. Ayúdanos a hacer y organizar nuestros Cursos de fertilidad natural.

Cordialmente 

RODRI

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