LA REPRODUCCIÓN HUMANA HA DE SER POR COITO NATURAL. No a las clínicas de fertilidad

 





 Hubo un tiempo en que los amantes de los animales rechazábamos la inseminación artificial como sistema reproductivo para el ganado de granja, demandando la monta natural. Hoy son ya bastantes los ganaderos que objetan esa barbaridad estúpida y sádica que es la inseminación, especialmente para el vacuno, valiéndose de la monta natural, esto es, del coito libre por impulso genital natural entre un toro semental y una vaca.

 El motivo es que los terneros resultantes del acto veterinario, antinatural, pues tal es la inseminación, suelen presentar anomalías inquietantes en su conducta, desarrollo y prestaciones, a menudo poco visibles pero que no escapan al ojo atento de los ganaderos profesionales. Diríase que el sistema veterinario de que se sirve la ganadería industrial de las macrogranjas está llevando a una degeneración de las especies animales que lo padecen, generación tras generación. En efecto, hay muchos indicios que permiten sospechas que tales degradaciones, taras y menoscabos son acumulativas.

¿Por qué? Pues porque el coito natural es necesario e imprescindible para la vaca, sin él no sólo enferma sino que degenera. Si se la priva de ser montada, su organismo y su psique no logran situar en el contexto apropiado e imprescindible los actos de la concepción, del preñamiento, de la creación de un nuevo ser, así como de su implantación y desarrollo en las primeras y decisivas horas de la fusión entre óvulo y espermatozoide. La colosal tormenta energética, del sistema nervioso y hormonal, mental y física, en la que se aúnan deseo, pasión, acometividad y furor, que es la cópula, el apareamiento, resulta imprescindible para, primero, la buena salud de la hembra, segundo, la concepción, gestación y parto de un ternero normal. Sano, robusto, lleno de vida, alegre y juguetón.

 Prescindir del coito reproductivo, negarlo, prohibirlo, es una monstruosidad, una más de las muchas que impone la modernidad enloquecida y pervertida, que nos está llevando, literalmente, al desastre como individuos y como especie.

 Pues ahora tenemos que lo que no se desea para las vacas se está imponiendo a las mujeres, como el no va más de la modernidad, por el régimen institucional “protector” de las féminas. Como lo más rompedor. Algún gobierno autonómico ha llegado a banalizar el asunto ofreciendo cuatro intentos por el precio de tres, como si concebir un hijo, un nuevo ser humano, fuera igual a adquirir unas botellas de refresco en un supermercado: llévese cuatro y pague tres… Claro que el tratamiento de fertilidad es caro, entre 4.000 y 10.000 euros por tres intervenciones, por tres intentos. Pero eso no autoriza a nadie a arrojar todavía más cieno sobre el asunto…

El ser humano no puede resultar de un acto médico sino de un acto sublime de amor y deseo. O, al menos, de un acto de deseo, calentura y furor, del impulso genésico y libidinal. Del primero resultan criaturas degeneradas, del segundo, seres humanos.

Ciertamente, estamos en una situación en que la infertilidad de las mujeres sube año tras año. Según algunos estudios ya son no-fértiles el 10%, según otros el 30%, y según todos, el incremento de esas cifras hará que pronto estemos en ¡el 50% de féminas incapaces de concebir!, lo que será el final, o casi, de la especie humana El porcentaje natural se sitúa en el 3%, así que la cosa es tremenda.

Al rechazar con toda energía y rotundidad la inseminación (también porque es convertir en un acto mercantil y capitalista la reproducción humana, que hasta ahora estaba fuera del mercado y del uso del dinero, que todo lo corrompe). tenemos que ofrecer soluciones.

La primera y principal es abrir un gran debate libre y responsable en toda la sociedad sobre por qué las mujeres se han vuelto infértiles en una proporción tal colosal, que además crece impetuosamente. Sin este debate no es posible encontrar soluciones, y sin ellas lo que hacen los poderes constituidos es empujar a las mujeres hacia las clínicas-negocio, como si fueran ganado, nunca mejor dicho. En este debate van a ir saliendo cuestiones de lo más sorprendente y van a ir cayendo muchas cabezas. Claro que las instancias que se autoproclaman “protectoras” y “liberadoras” de las mujeres harán todo cuanto esté en sus manos, que es mucho, para impedir o sabotear dicho debate, pues lo que de él resulte no va a ser clemente con ellas. De modo que, en el asunto está incluido un componente de libertad de pensamiento y libertad de expresión. Y, sobre todo, como se verá, de libertad sexual. Vale decir, de libertad en todas sus concreciones, que es lo que, sobre todo, falta en nuestra sociedad.

En mis próximos artículos iré tratando todo ello, para contestar a las preguntas ¿por qué, por la acción de qué o quién, se están volviendo infértiles las mujeres en el siglo XXI?, ¿quiénes son los culpables y las culpables? Pero, sobre todo, ¿cuál es el posible remedio, o remedios?, ¿qué pueden hacer las mujeres que no se quedan embarazadas para conseguirlo, evitando las pútridas, mercantilizadas y explotadoras, fuleras y enfermantes (yatrogénicas), clínicas de “reproducción asistida (sic)”?

RODRI 

Comentarios

  1. Pedazo de imbecil, mas del 50% de la infertilidad es por factor masculino. Eres un retrasado, un misógino y un paleto. Fdo. Una mamá de dos niños fiv.

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  2. Pedazo de imbécil, más del 50% de la infertilidad es por factor masculino. Eres un retrasado, un misógino y un paleto.

    Fdo. Mamá de dos hijos por FIV

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  3. Marta SC, en un momento de mi vida yo también pisé una clínica de reproducción asistida. Yo también he vivido la frustración de querer y no poder. Una frustración que te puede llevar a la locura, sin duda. De las peores frustraciones que hay. La diferencia es que yo salí huyendo de la clínica. Vi en el doctor de turno el ansia de dinero, supongo que unos lo disimulan mejor que otros. Y sentí de facto la deshumanización del asunto. Sentí asco de mí misma, y bloqueé mis ganas de ser madre hasta provocarme serios problemas de salud. Y aún casi habiéndome matado, hoy digo que en este asunto el fin no justifica los medios.

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  4. Si el problema que tuviste y te hizo sentir tan mal fueron las ansias de dinero, sabes que entra por la seguridad social? Solo 3-4 meses de espera para inseminacion artificial y 1-1,5 años para fecundacion invitro... es gratis, te cubre la medicación, las pruebas previas y el tratamiento.... mi primera hija fue por seguridad social, el segundo si tuvo que ser por la privada, pero si esta opción tu no la contemplas es respetable, aunque no la comparto. Yo no tenía problemas de fertilidad somos pareja de chicas y no hemos dudado de formar nuestra familia como hemos querido.

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    1. Es horrible que esto se financie con el bolsillo de todos. No dejan de ser un experimento en humanos que va contra natura. Aún no se ha visto como afectan estas formas en un futuro, aún no han pasado las generaciones necesarias. Sí se está viendo ya en la ganadería porque llevan más tiempo utilizando estas maneras, y los ganaderos se dan cuenta de que estos procedimientos degeneran a la especie.
      Yo agradezco las ansias de dinero de quienes me atendieron, porque me ayudaron a darme cuenta de que el asunto era horripilante por desnaturalizado. Y lo paré de facto.
      Es más, al tiempo recuperé mi menstruación y mi fertilidad cuando me encontré a alguien que escapaba a este mundo al que estamos sometidos, el cual nos desnaturaliza por ya por defecto. Él sacudió mi sexualidad porque era fiel a su naturaleza animal. La gran mayoría de los casos de infertilidad hoy se deben a este vivir, contra natura, que niega lo más animal de nuestra especie.
      Y para casos de infertilidad real, o casos como el tuyo de querer formar una familia y no poder de manera natural porque sois del mismo sexo, está la opción de la adopción que no perjudica a la especie. La cual, también, siempre ha existido en el reino animal.

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    2. Cambias tus argumentos, ahora el problema no es el dinero, es la desnaturalización... Los humanos usan la ciencia para muchisimaos aspectos de su día a día, en algunos casos hasta salvan vidas con ella, esto solo es un aspecto. Estas formas de reproduccion son simplemente una opción más que tiene la población para formar una familia, y en ningún caso es comparable a lo que sucede con la ganadería, que su problema es la explotación que se le da en todos los sentidos. Tu experiencia es tuya y es válida para ti pero no para el resto, igual que la mía para mi. Cada uno debe decidir lo mejor para su familia y si alguien considera la opción de las clínicas es tan válido como el que no. Hay más opciones, como la adopción, pero todos tenemos derecho a escojer la opción que queramos. En mi caso volveré en un futuro a dar uso de las clínicas de reproduccion asistida por su gran profesionalidad, el trato que he recibido, la facilidad que da en comparación a la adopción y porque puedo.

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    3. Perdona porque dejé por tiempo de lado el blog por muchos quehaceres. No, el problema no era que yo no tuviera dinero. El problema del dinero era que hacía demasiado palpable la desnaturalización del asunto.
      En tu caso puedes hacer lo que quieras. Yo, aunque parezca más difícil, que no lo es, siempre optaré hacer aflorar la psique de la sexualidad profunda, es más humano, más satisfactorio, me genera una fuerza e impulso vital que hoy casi nadie tiene, y encima no vale un duro, que aunque en mi caso aquel día no era el problema siempre está bien tener dinerillo en el bolsillo, más si piensas en tener hijos.
      Como es algo que experimento conmigo misma como una verdad, me veo en la obligación de difundirla para que la gente pueda también cambiar su paradigma y vivir la sexualidad con la importancia y bajo la psique que corresponde.
      En poder retomaremos estos saberes y volveremos a la carga de difundirlos mediante más artículos, videos explicativos, libros, intentaremos también recoger testimonios de la gente mayor que pueda quedar viva y que entendió la sexualidad desde este prisma, intentaremos que sean testimonios de mujeres para que las feministas de hoy (que no son las feministas de ayer) no se nos echen encima y nos entretengan demasiado con sus chorradas.
      Y también creemos necesario realizar cursos para que la gente que lo desee pueda empaparse del tema en profundidad. No podemos poner fechas de nada porque ahora estamos muy pillados, pero se andará...

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