Reflexiones de un desayuno maternal

   Cabe destacar de la primera tertulia mañanera,  la soledad que ya llega a las familias de un pueblo como Aspe, de unos veinte mil habitantes, donde todavía, en las noches de verano, sobre todo la gente mayor, saca sus sillas a la calle para charrar con el vecino o la vecina a la fresca. Donde aún se tiene por costumbre dar los buenos días, las buenas noches o un simple hola a cualquier desconocido/a con quien te cruzas. Eso sí, esto se da más en unas calles que en otras, y sobre todo, que no sólo, entre la gente mayor. También se pueden ver en algunas calles poco transitadas, niñ@s jugando a la pelota, o bien, pandillas de adolescentes recientes por los bancos de los parques. 

  Pues en esta tertulia, sorprende, que vienen tres madres acompañadas de sus pequeños, y comentan que viven en la misma escalera, en un edificio de cuatro plantas con dieciseis viviendas, y que a penas se ven las caras. Comentan que en el edificio no sólo ellas tiene niños, sino que hay muchas familias con niños. 
Estas mujeres coinciden en este desayuno, que no queda muy cerca de sus casas, y se da la casualidad, de que se relacionan aquí como no lo hacen en su vecindario.
Mujeres que muy probablemente se hayan criado con la sana costumbre de que de repente la amiga o amigo de turno, les toque el timbre de casa inesperadamente, y les diga: "Soy tal, bajas?, O... Te vienes a tal sitio? - Sí, ya bajo!, O... Espera un momento, que me visto y bajo. O... Sube/pasa, mientras me arreglo!
Es asombroso, como en tan pocos años, este Estado al que todos estamos sometidos, nos arrastra hacia la soledad más completa, el estrés, y la adicción a las nuevas tecnologías bien para relacionarnos, o para distraernos de la triste soledad que nos rodea.

Se me reafirman, en  este encuentro, las ganas de luchar por un mundo más convivencial para mis hijas y demás niñ@s. 


Por ello y más, seguimos con los desayunos los lunes y los miércoles, y con más ideas de actividades convivenciales de otro tipo y en otros horarios, que estarán por venir.

Comentarios

  1. Buenos días soy una de las mamás que fue a ese desayuno . Me encantó conocerte Cristina y sobretodo saber qué tengo vecinas tan guays .
    Que es verdad que no nos comunicamos y es una pena. A sí que espero que estos desayunos nos ayuden a conocernos mejor y poder tocarnos la puerta como si nos conociéramos de toda la vida. Disfrutemos de nuestros hijos que nos acompañan. Y que poco a poco podamos volver a esa comunicación que antes existía y que por desgracia en la sociedad que vivimos se a perdido .
    Yo que vengo de un pueblo como es Elche tengo que reconocer que me gusta vivir en Aspe pero que se me esta haciendo difícil hacer amistades.
    Así que invito a la gente a qué qué con este tipo de actividad para que vayamos conociendonos.
    Un saludo.
    Laura .

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    1. Gracias Laura, un placer conocerte también. Agradezco encontrar gente con mis mismas inquietudes. Ya estamos caminando para recoger ese tipo de relaciones cercanas, y en un futuro, estoy segura de que las sabremos adaptar a este mundo de prisas y ruidos varios.

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